Un legado de educación y compromiso social


    En un, me atrevo a decir, cálido mes de marzo del año 1938, la ciudad de Asunción vio abrir las puertas de una pequeña institución educativa que habría de dejar una huella profunda en la sociedad paraguaya. El Colegio Cristo Rey, fundado por los sacerdotes de la Compañía de Jesús, con mucho sacrificio y guiados por la espiritualidad ignaciana, tenía como valor central, la educación en colegios. Su alto fin era colaborar con las familias paraguayas, en la formación y conducción de niños, jóvenes y adultos, para que pudieran convertirse en ciudadanos comprometidos con la sociedad, con la visión de ser constructores de un Paraguay mejor.

    Como todo gran proyecto religioso y más en aquella época, el inicio de esta institución fue modesto y dificultoso, arrancó de a poco y con mucho barro. Inició sus actividades con tan sólo los primeros grados y gradualmente amplió su programa de estudios, completando el ciclo primario y unos años más tarde, el secundario. Aunque el alumnado crecía no llenaba aún, en ese tiempo, las aspiraciones pedagógicas de sus fundadores. Corrió mucho tiempo y arduo trabajo a lo largo de las décadas siguientes, para que la institución fuera creciendo, destacándose no sólo en infraestructura edilicia, en la cantidad de alumnos y excelencia académica, sino también por su compromiso con la educación inclusiva, participativa y respetuosa de la diversidad, valores que forman parte de su identidad desde su concepción.

    En la historia de esta venerable institución, no se puede dejar de mencionar una etapa crítica. Durante el mandato del presidente Alfredo Stroessner en Paraguay, el colegio no estuvo exento de la represión gubernamental. En enero de 1976, el gobierno emitió un Decreto de Intervención, alegando ‘irregularidades administrativas y actos de inmoralidad’. La razón subyacente era la consideración de que el colegio y su enseñanza promovían una ideología que fomentaba y alentaba conductas subversivas contrarias al régimen vigente. Se da por terminada la intervención en enero de 1977, superada esta sombría etapa, el Colegio se recupera con determinación y fortaleza.

    En un mundo lleno de desafíos, el Cristo Rey ha experimentado, firme en su visión, un crecimiento sostenido. Se ha convertido en un referente educativo en Paraguay, adquiriendo reconocimiento no sólo como un centro de formación integral, sino también como una institución que nutre a sus estudiantes de valores cristianos y un sentido profundo de servicio a la comunidad, personas de fe.

    La pedagogía de la Compañía de Jesús, que busca desarrollar al máximo las capacidades individuales para el bien común, ha sido una piedra angular de su éxito. Esta visión perdura en las generaciones de jóvenes que pasaron por sus aulas, preparándolos para influenciar positivamente en la sociedad y asumir los desafíos actuales y futuros. Todo esto, con el objetivo de coadyuvar al desarrollo del país sobre la base de la equidad y la justicia social.

    Este año, al cumplirse 85 años de aquel inicio sencillo, duro y desafiante, pero visionario, el Colegio Cristo Rey encarna un legado de educación de calidad y compromiso social. Sus aulas no sólo son espacios de aprendizaje, cultura y deporte, sino también lo son, de acogida, reflexión y respeto por la dignidad humana. La comunidad educativa, compuesta por estudiantes, profesores, padres y exalumnos, continúa siendo una fuerza incansable y transformadora en la sociedad paraguaya.

    ¡Feliz aniversario, Colegio Cristo Rey!

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