Adaptándonos a la hiperconectividad
En la veloz era de la hiperconectividad, el mundo empresarial enfrenta un desafío sin precedentes, encontrar el talento adecuado para mantenerse a flote en un entorno en constante transformación. La brecha entre la formación existente y las demandas empresariales está creciendo, lo que hace indispensable replantear nuestra noción tradicional de talento.
En este nuevo escenario, se hace imprescindible valorar el ingenio humano y la actitud resiliente de aquellos profesionales dispuestos a reinventarse y adaptarse sin temor a los cambios. La velocidad con la que el mundo avanza nos exige una mentalidad abierta y proactiva, con la capacidad de abrazar continuamente nuevas competencias.
Detectar y atraer a los talentos presentes y futuros se vuelve una tarea crucial para las empresas. La creación de equipos multidisciplinarios con diversas formas de pensar se convierte en una estrategia valiosa. La diversidad y la inclusión no solo enriquecen el ambiente laboral, sino que potencian la creatividad, la competitividad y la innovación, impactando positivamente en los resultados.
Frente a la abrumadora cantidad de información disponible, enfocarse en atraer talento y desarrollar habilidades relacionadas con la visualización de datos y la analítica se vuelve vital. La inversión en competencias vinculadas al Big Data, Inteligencia Artificial, Blockchain, Lean Startup, Machine Learning, además de otras muchas, se convierte en un imperativo. Estas habilidades son fundamentales para generar ideas innovadoras, capitalizarlas rápidamente y brindar un valor excepcional.
Conscientes de la necesidad de cerrar la brecha entre la formación y las exigencias empresariales, entre el conocimiento y los recursos, las academias de tecnología han tomado el protagonismo en este escenario. Adaptando sus programas para abordar las necesidades reales del mercado, estas instituciones colaboran estrechamente con las empresas para formar profesionales que estén realmente preparados para enfrentar los retos tecnológicos del presente y del futuro.
El microlearning o microaprendizaje, es una estrategia que se basa en pequeñas cápsulas de formación, que por lo general no sobrepasan los 30 minutos de duración o también, en el área tecnológica los ‘bootcamps’, conocidos por ser programas intensivos, que pueden ir de los tres a los seis meses de duración, ambos sistemas han surgido como una respuesta eficaz ante esta demanda actual. Estos programas, se centran en resolver desafíos prácticos para profesionales de todas las disciplinas. La formación que ofrecen es intensiva y actualizada perfectamente alineada con las necesidades empresariales.
Sin embrago, no nos podemos concentrar únicamente en las habilidades técnicas, también es necesario desarrollar y potenciar las denominadas 'habilidades blandas'. Estas habilidades tienen un impacto directo en el rendimiento laboral, promoviendo un ambiente saludable donde el trabajo en equipo, el liderazgo positivo, la gestión de conflictos y el manejo adecuado de las emociones en un entorno de interacción constante juegan un papel fundamental.
La falta de alineación entre la formación y las necesidades empresariales crea la brecha que debe ser subsanada. Es así como estas iniciativas se han destacado como una solución viable para aquellos que buscan convertirse en tiempo récord, en el talento humano que ansían las empresas. Se hace esencial invertir en desarrollo de competencias tecnológicas clave y fomentar una mentalidad de adaptabilidad y diversidad, la combinación de competencias técnicas actualizadas y habilidades blandas desarrolladas, colocara a los profesionales presentes y futuros en una posición destacada. Sólo así se podrán construir equipos sólidos y ágiles, listos para enfrentar cualquier desafío y generar un valor duradero tanto para las empresas como para la sociedad en general.
Detectar y atraer a los talentos presentes y futuros se vuelve una tarea crucial para las empresas. La creación de equipos multidisciplinarios con diversas formas de pensar se convierte en una estrategia valiosa. La diversidad y la inclusión no solo enriquecen el ambiente laboral, sino que potencian la creatividad, la competitividad y la innovación, impactando positivamente en los resultados.
Frente a la abrumadora cantidad de información disponible, enfocarse en atraer talento y desarrollar habilidades relacionadas con la visualización de datos y la analítica se vuelve vital. La inversión en competencias vinculadas al Big Data, Inteligencia Artificial, Blockchain, Lean Startup, Machine Learning, además de otras muchas, se convierte en un imperativo. Estas habilidades son fundamentales para generar ideas innovadoras, capitalizarlas rápidamente y brindar un valor excepcional.
Conscientes de la necesidad de cerrar la brecha entre la formación y las exigencias empresariales, entre el conocimiento y los recursos, las academias de tecnología han tomado el protagonismo en este escenario. Adaptando sus programas para abordar las necesidades reales del mercado, estas instituciones colaboran estrechamente con las empresas para formar profesionales que estén realmente preparados para enfrentar los retos tecnológicos del presente y del futuro.
El microlearning o microaprendizaje, es una estrategia que se basa en pequeñas cápsulas de formación, que por lo general no sobrepasan los 30 minutos de duración o también, en el área tecnológica los ‘bootcamps’, conocidos por ser programas intensivos, que pueden ir de los tres a los seis meses de duración, ambos sistemas han surgido como una respuesta eficaz ante esta demanda actual. Estos programas, se centran en resolver desafíos prácticos para profesionales de todas las disciplinas. La formación que ofrecen es intensiva y actualizada perfectamente alineada con las necesidades empresariales.
Sin embrago, no nos podemos concentrar únicamente en las habilidades técnicas, también es necesario desarrollar y potenciar las denominadas 'habilidades blandas'. Estas habilidades tienen un impacto directo en el rendimiento laboral, promoviendo un ambiente saludable donde el trabajo en equipo, el liderazgo positivo, la gestión de conflictos y el manejo adecuado de las emociones en un entorno de interacción constante juegan un papel fundamental.
La falta de alineación entre la formación y las necesidades empresariales crea la brecha que debe ser subsanada. Es así como estas iniciativas se han destacado como una solución viable para aquellos que buscan convertirse en tiempo récord, en el talento humano que ansían las empresas. Se hace esencial invertir en desarrollo de competencias tecnológicas clave y fomentar una mentalidad de adaptabilidad y diversidad, la combinación de competencias técnicas actualizadas y habilidades blandas desarrolladas, colocara a los profesionales presentes y futuros en una posición destacada. Sólo así se podrán construir equipos sólidos y ágiles, listos para enfrentar cualquier desafío y generar un valor duradero tanto para las empresas como para la sociedad en general.
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