La Semana Victoriosa

 
    La Semana Santa es una época importante para los católicos, donde se celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Cada día de esta semana tiene un significado muy especial, ayer celebrábamos el Domingo de Ramos y hoy, Lunes Santo, ambos días tienen un significado místico muy profundo.

    La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, representa el inicio del camino que lleva al despertar espiritual y a la liberación del ser humano del sufrimiento y la ignorancia. La entrada de Jesús es simbólica de la entrada del alma humana en el camino hacia la iluminación. Es el comienzo del viaje que cada ser humano debe emprender para alcanzar el conocimiento divino.

    El burro que montó Jesús, representa el cuerpo físico del ser humano. Este cuerpo físico es como el burro, un animal de carga, que lleva consigo los apegos, las emociones y los deseos que limitan al ser humano. En este sentido, la entrada de Jesús en Jerusalén sobre un burro simboliza el inicio del proceso de purificación del cuerpo físico, en el camino hacia la iluminación y es un recordatorio de la importancia de la humildad y la entrega. Es un llamado a la reflexión sobre la importancia de dejar de lado el ego y las ambiciones mundanas para poder avanzar en el camino espiritual.

    El Lunes Santo es el segundo día de la Semana Santa y es un momento clave para reflexionar sobre la vida y obra de Jesucristo. En este día se recuerda la expulsión de los mercaderes del templo y la unción en Betania.

    La expulsión de los mercaderes del templo fue un evento importante en la vida de Jesucristo, que se registró en los Evangelios. Jesús entró en el templo y expulsó a los vendedores de animales y a los cambistas de monedas, quienes estaban profanando el lugar sagrado con sus actividades comerciales. Este acto representa la purificación del templo interior del ser humano, lugar sagrado donde reside el espíritu divino, contaminado por las actividades del ego y sus pasiones, para sanearlo de todo lo que lo contamina y lo aleja de la presencia divina.

    La unción en Betania, es otro evento importante en la vida de Jesucristo. Una mujer ungía los pies de Jesús con un ungüento costoso, en un gesto de amor y devoción. La unción representa el amor divino y la importancia del servicio amoroso a los demás. Un ejemplo del amor incondicional que Dios tiene por la humanidad. El servicio es una forma de expresar el amor y acercarse a la presencia divina.

    Que estos días nos inspiren a purificar nuestro templo interior y a servir amorosamente a los demás. Que sean días de reflexión profunda sobre la vida y obra de Jesucristo.

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